Pavel Nicola Morales Bustamante
1.2. El Acto-Unidad
Lo que Parsons comienza a elaborar en este texto es un marco voluntarista de la acción, lo que después se va a plasmar en un modelo hipotético deductivo; el acto-unidad. Es importante señalar que el trabajo que emprende este autor esta sustentado desde lo que el denomina un realismo analítico, estos es, un corpus teórico, un conjunto de presupuestos lógicamente relacionados, donde lo que interesa es su coherencia lógica. Esto refleja una especie de confianza en que mientras mejor sea armado el corpus teórico, es decir, el realismo analítico, mayor será el grado de predictibilidad que podrá alcanzar.
La propuesta de Parsons esta directamente influenciada por la teoría de Max Weber. Podemos ver reflejado esto en la noción de tipos ideales como realismo analítico, en donde podríamos atribuir el origen del acto-unidad a la obra de Max Weber sobre la acción social. Si pensamos detenidamente, el término de acción tiene una connotación muy diferente a la de conducta; Por un lado, la conducta implica una respuesta mecánica a los estímulos, mientras que la idea de acción implica un proceso mental activo y creativo. Esta diferencia resulta pertinente para establecer una distinción de la teoría de la acción de Parsons con el conductismo, e inclusive, siguiendo la crítica señalada en el punto anterior, la propia idea de acción realiza una separación de las teorías utilitaristas.
El acto de unidad es la unidad más pequeña del sistema de acción, lo que no quiere decir, desde el punto de vista de la teoría de la acción, que no sea una unidad analizable o separable, sino que es todavía un complejo. El acto-unidad, en tanto acción, es producido por un agente o actor; La acción se desenvuelve al interior de una situación, en donde podemos hablar de actor/situación. La acción además siempre esta orientada hacia un fin[1], lo cual nos dice que la orientación es hacia el futuro, lo que manifiesta expectativas de lo que el agente espera que llegue a suceder; es decir, que la acción se relaciona con la búsqueda de optimas gratificaciones o evitación de privaciones.
En la relación entre el actor y la situación, la acción se encuentra limitada por la situación, la cual implica objetos de orientación que el actor podría o no controlar, pero que guían a la acción en tanto orientación. Dentro de la situación se presentan tres clases distintas de objetos, en donde el agente responde de manera distinta a cada uno de estos y a las clases de ellos; Objetos sociales, un actor o colectividad; físicos, entidades empíricas que no interactúan con el actor, se traducen en medios y condiciones de la acción; y culturales, aquellas ideas o creencias que no se encuentran internalizadas en la estructura de la personalidad. La situación a su vez puede descomponerse en dos elementos: Por un lado en aquello en los que la agencia no tiene control, a los cuales denominaremos condiciones de la acción; y por otro lado, aquellos elementos a los cuales la agencia si puede controlar, y llamaremos medios para la acción.
Es importante agregar además, que el actor en su desarrollo de la acción posee tres diferentes tipos de orientaciones motivacionales: Por un lado la orientación cognoscitiva, catetica, evaluativa[2].
Para ir puntualizando, debemos considerar que el acto de unidad, en tanto unidad, implica la relación de todos los elementos que hasta ahora hemos expuesto. Como señalamos anteriormente, aunque el acto de unidad sea el elemento más pequeño de los sistemas de acción, sigue siendo un complejo.
Lo que es importante dentro de este esquema, siguiendo la línea de la crítica al utilitarismo, es que en la acción existe una orientación normativa, la cual nos dice que existen pautas culturales a las cuales la acción debe seguir. En sentido kantiano, es este el límite de la libertad de la gente, en el sentido de que no puede estar hiper-ventilando cualquier cosa. “O sea, que en la elección de medios alternativos para el fin, en la medida en que la situación permite alternativas, hay una orientación normativa de la acción ”[3]. La acción no puede ir más allá de las condiciones que ofrece la situación, como señalamos más arriba, la acción se vería limitada; aquí se expresa un claro conflicto entre medios y condiciones.
En este punto se hace preciso referirnos a la idea de normatividad. Como señalamos en un principio, no podemos reducir lo normativo a la norma, ya que eso seria restaurar una teoría utilitarista de la acción. Lo normativo no quiere decir estatizidad, inamovilidad; sino que por el contrario, lo normativo apunta a que existe movimiento, innovación e interpretación en el agente. Al pensar en lo normativo, debemos pensar en orientaciones de sentido. En el apartado A del segundo capítulo de La Estructura de la acción social, Parsons se refiere a lo normativo como un sentimiento a que algo es un fin en si mismo, para uno o más personas, independiente del status que esta o estas posean:
“A los efectos del presente estudio, se utilizara el termino Normativo como aplicable a un aspecto, arte o elemento de un sistema de acción si, y solo en la medida en que, se pueda considerar que manifiesta, o implica de otro modo, un sentimiento atribuible a uno o más actores de que algo es un fin en sí, prescindiendo de su status como medio para cualquier otro fin: 1) para los miembros de una colectividad; 2) para alguna porción de los miembros de una colectividad; o 3) para la colectividad como unidad.” [4]
Parsons hablara de tres tipos de orientaciones normativas, las cuales se pueden dividir en tres: 1) la orientación Cognitiva; la cual se encuentra regulada por el sistema de creencias; 2) la orientación apreciativa, que esta orientada por el sistema simbólico; y por último 3) la orientación moral, que esta regulada por el sistema integrativo.
Junto a la orientación normativa, Parsons también hablara de la orientación expresiva, en donde ya no se hace referencia al fin mismo de la acción y a su relación temporal hacia el futuro, sino que más bien como una orientación encaminadora, enfocada hacia la gratificación o deprivación: “Aquí la orientación primaria no es el logro de una meta anticipada para el futuro, sino la organización de la corriente; de gratificaciones (y desde luego el evitar las deprivaciones que amenazan) .”[5]
Nos encontramos finalmente con que el equilibrio de los aspectos normativos y expresivos, implicaría una correspondencia entre las pautas culturales que sigue el actor, con la búsqueda de gratificaciones. Esto se puede traducir en un Equilibrio entre actor/situación que puede hacer que la acción termine teniendo una función social. Este equilibrio generara roles sociales, los cuales permiten mantener un orden social descontractualizado.
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