Por Ariel Gonzáles
Los criterios científicos utópicos, o bien crean exposiciones falsas e hipócritas de la perfección científica o alimentan el punto de vista de que las teorías científicas no son sino meras creencias enraizadas en intereses inconfesables
Imre Lakatos
Lakatos es un filósofo de la ciencia que va más allá de del inductivismo, el falsacionismo y la filosofía misma del método científico, siendo su preocupación principal la práctica científica. Consideremos el contexto teórico en que se sitúa el planteamiento de Lakatos.
Enfrentando un escenario de discusión filosófico de la ciencia derivado de las criticas y teorías de Popper (principalmente sobre los criterios de demarcación y su teoría falsacionista), tanto Tomas Kuhn como Feyeraben enmarcan los extremos de dicha discusión en torno al problema de los limites y posibilidades del método científico y su practica concreta. Pero es Imre Lakatos quien aparece en este cuadro de análisis criticando y replanteando conceptos y proponiendo una nueva lectura al problema, tanto de los criterios evaluativos como de la actividad científica.
Al examinar las debilidades de las teorías de Popper y Kuhn, Lakatos critica la lógica falsacionista y replantea el enfoque historicista, respectivamente. De esta manera, desarrollará una enumeración de las principales propuestas metodológicas en la historia de la ciencia para explicar lo que él definió por “reconstrucción racional de la historia de la ciencia”, en la que destaca su teoría de los programas de investigación científica, que explicaremos a continuación.
Es pertinente remarcar que para Lakatos la filosofía de la ciencia no se puede explicar sin una historia de la ciencia y, al revés, la historia de la ciencia no se puede concebir sin una filosofía de la ciencia. Esto queda confirmado cuando dice que “La metodología de los programas de investigación -como cualquier otra teoría de la racionalidad científica- debe ser complementada por la historia empírica- externa” [1]. Es por ello que el problema de Lakatos no es definir sí la ciencia sostiene una matriz teórica consolidada de lo que conocemos por método (o ideología de la ciencia como diría el profesor Pérez), sino en cómo se desarrolla la actividad de la comunidad científica.
Lakatos plantea que dicha actividad científica está ordenada en grandes programas de investigación. Dicho concepto se puede definir como un conjunto de teorías basadas en una matriz común. Contrario a la teoría de paradigmas únicos (Kuhn). Lo que explica entonces su oposición al carácter de totalidad que la filosofía clásica de la ciencia adjudicó a la idea de método.
Para el autor, este conjunto de reglas metodológicas tiene un soporte heurístico positivo y uno negativo, los que actúan como una especie de recetario practico que define cuales son los caminos a seguir y cuales son los problemas a evitar para la elaboración de nuevas teorías.
La estructura del programa de investigación científica está compuesta por: a) un núcleo o centro firme (heurística negativa) y b) un cinturón de hipótesis auxiliares (heurística positiva). Podemos entender por núcleo firme a los fundamentos teóricos que sostienen el programa, es decir principios definitorios y explicativos que actúan como macro teorías, “...convencionalmente aceptado (y por una decisión provisional irrefutable)...” [2]. Por tanto, el núcleo firme establece o define la problemática abordada por el programa, siendo sobre la base de sus fundamentos que los científicos actúan o aplican teorías. En definitiva, el núcleo firme también define el cinturón protector de hipótesis auxiliares. El cinturón de hipótesis auxiliares entonces, evita la refutación del núcleo firme del programa, es decir produce hipótesis y mecanismos que resuelvan los problemas o anomalías que invaden al centro firme. Tal como lo plantea Lakatos, su objetivo es transformar las anomalías en ejemplos victoriosos.
Un ejemplo muy clásico respecto al núcleo fuerte, son aquellas teorías de gran trascendencia histórica, muy usadas en prácticas científicas y defendidas como “sagradas” sin ser sometidas cuestionamientos epistemológicos de mayor envergadura. Un caso es el psicoanálisis, una de las teorías de mayor importancia en las comunidades científicas de psicólogos. El desarrollo de esta teoría que supuestamente parte con Freud, después se iría desarrollando e iría evolucionando de tal forma que cualquier corrección no partiría desde lo básico sino desde correcciones particulares del programa inicial, siendo cada vez perfeccionada por futuros psicoanalistas como Lacan, Jung etc. Sin embargo, la teoría y sus supuestos epistemológicos no serían tocados, por el contrario serían mejorados.
Otro ejemplo que puede ilustrar el concepto de “cinturón de hipótesis auxiliares”, lo plantea el propio Lakatos con la teoría de la gravitación de Newton, la que según el autor, a pesar de encontrarse en uno “océano de anomalías”, pudo superar las observaciones que apoyaban dichas anomalías, transformándolos en “contra ejemplos”, es decir negando las refutaciones y aumentando su nivel explicativo.
Es por ello que la teoría de los programas de investigación considera que las anomalías están permanentemente presentes en las teorías, por lo que el científico debe contribuir a la conformación de un cinturón de hipótesis que proteja de inconsistencias lógicas o problemas empíricos al núcleo firme. Aunque en ultima instancia, Lakatos plantea que el núcleo firme de un programa de investigación pueda ser abandonado por consecuencia de ciertas condiciones, en el caso de que deje de anticipar nuevos hechos. Pero es tarea de la “heurística positiva”, tal como lo explica el profesor Pérez, que actúe sobre el exterior como una formula concreta para problemas concretos.
En relación con lo anterior, Lakatos considera que mientras más especifico sea el estudio del científico, mayor fuerza toma la ciencia. Lo que supondría que los científicos podrían actuar con mayor eficacia para defender el núcleo firme de sus programas de investigación. Siendo de suma importancia la protección del carácter interno la cuestión principal del programa es, decir el núcleo firme.
Podemos decir además, que las reglas metodológicas son legitimadas por la comunidad científica y operan –distintamente- como instrumentos que definen el rechazo o aceptación de las teorías de los programas de investigación. Y es ahí donde destaca la función del cinturón de hipótesis alrededor del núcleo firme, en tanto protector y no como instancia refutadora, en el sentido popperiano.
En síntesis, la preocupación de Lakatos se enfoca en proteger el respaldo teórico del programa de investigación, contrarrestando los problemas lógicos o empíricos.
Ahora, considerando está ultima relación conceptual, podemos referirnos a cómo Lakatos aborda el problema de la evaluación de los programas de investigación.
Si la teoría de los programas de investigación ha de completarse progresivamente, entonces ha de hacerse en “una historia de programas de investigación que compiten (o si se prefiere, de «paradigmas»), pero no ha sido ni debe convertirse en una sucesión de períodos de ciencia normal; cuanto antes comience la competencia tanto mejor para el progreso” [3] . De esta relación entre “progreso de la ciencia y competencia entre programas”, aparece el problema cómo definir los criterios de evaluación para distinguir racionalmente, entre un conjunto de teorías y otro, entre un programa y otro.
Lo que le interesa a Lakatos es que los criterios de evaluación se fundamenten de manera racional y no por elementos externos (psico-sociales, contextual, etc.). En este sentido, se pueden identificar dos momentos de la evaluación. Uno que revisa la historia interna del programa, donde se analiza el contenido y los fundamentos de su núcleo firme, y luego la comparación con sus competidores.
Para ello, el autor plantea que los programas de investigación pueden evaluarse en términos de problemáticas progresivas y problemáticas estancadas, según su poder heurístico, es decir a lo que pueden responder en su practica científica. Las problemáticas de tipo progresivo, se definen porque el desarrollo teórico del programa anticipa al desarrollo empírico, esto es, cuando desde la heurística se puede predecir. Y hay problemáticas estancadas cuando su desarrollo no permite predecir casos o eventos empíricos, y por tanto sólo se remite a pronunciar explicaciones posteriores al hecho. En estos términos, ninguna teoría podría ser refutable por efecto de las anomalías, puesto que los científicos han predefinido sus problemáticas según el programa de investigación y por tanto, prevén cuáles son las condiciones a las que se enfrentan.
En relación a esto último, se pueden identificar dos niveles en los criterios de evaluación: el nivel de explicación y el nivel de anticipación de una teoría. “La diferencia es que hay teorías que son capaces de anticipar y hay otras que lo explican todo a posteriori” [4]. Según Lakatos, los científicos prefieren las problemáticas de tipo progresivo, es decir aquellas que tengan un mayor nivel de anticipación a las que sólo se limitan al plano de las explicaciones. El profesor Pérez destaca además, aquellas teorías que tienen anticipaciones “espectaculares”, es decir aquellas que han detectado algo que ningún otro conjunto de teorías había logrado detectar. Advirtiendo que ello significa que provoque una revolución científica, pues otros científicos seguirán sosteniendo otras teorías.
Como consecuencia, Lakatos plantea que mediante estos presupuestos evaluativos exista una mayor objetividad de la racionalidad científica, en el sentido de observar por contraste, qué programas de investigación contribuyen al progreso científico según sus capacidades de anticipación y explicación.
Por otro lado, Lakatos plantea que estos criterios de evaluación posibilitan una mejor repartición del financiamiento científico, integrando a las teorías nuevas que prometen en cuanto a que anticipan algo, por lo que afirma que “Con suficientes recursos y algo de suerte, cualquier teoría puede ser defendida 'progresivamente' durante mucho tiempo, incluso siendo falsa.” [5]
Análisis de conceptos y comentarios
Poniendo nuestros comentarios en términos lakatianos, podríamos decir que las teorías estancadas están implícitas, ejemplarmente, en la actitud teórica que sostiene la comunidad científica establecida, consolidada, totalmente burocrática y racionalizada en función de salvaguardar su matriz ideológica fúndante: el método. Se desplaza en el plano de las problemáticas estancadas de manera dogmática, porque necesita conservar su estatuto sobre la base del método, tanto en el plano de lo social como en plano interno. El método como fuente de legitimación.
De un modo más critico, lo complejo de los criterios de evaluación que propone Lakatos está en su flexibilidad, en el sentido de que no hay certeza de que una problemática debe ser abandonada o no, porque siempre están en constante movimiento, pasando de estancadas a progresivas y viceversa, lo que no podría, al menos de forma certera, definir a cual corresponde.
Un ejemplo de lo que serían las problemáticas estancadas, se refleja en las ciencias sociales, puesto que siempre estarían en esa temporalidad determinada, asociada a un post análisis y no anticipando el futuro.
Observando el libro más importante de Lakatos [6], se explica el interés por adjudicar a la historia un papel importante en la comprensión de ciertos enunciados, discusiones y teorías contrastadas a lo largo del tiempo. Esto se sintetiza en su interés por realizar una reconstrucción racional de la historia de la ciencia, en la que intenta mantener el concepto de progreso en el sentido de que se espera que lo que viene sea mejor de lo que fue. Es decir, mantiene la esperanza en que la ciencia pueda cubrir esa necesidad de encontrar, si no es una verdad, al menos una posibilidad real de que nuestros presupuestos puedan anticiparse a los hechos.
Es el nivel de anticipación que Lakatos intenta exponer, lo que se puede cuestionar porque sigue la misma lógica de la racionalidad científica, en la que el concepto de empiria opera casi como ley natural en la que todo es comprorbable. Y por tanto, para el caso del criterio de anticipación, se espera un resultado valido y confirmable de la teoría. Espera que su eficacia empírica se resuelva en el hecho empírico.
[1] Lakatos Imre. Historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales. Editorial Tecnos. Madrid. 1987. Pág. 31
[2] Ibid. Pág. 25
[3] Lakatos Imre. La metodología de lo programas de investigaron científica. Editorial Alianza. Madrid. 1983. Pág. 92
[4] Pérez Soto, Carlos. Sobre un concepto histórico de ciencia. De la epistemología actual a la dialéctica. Editorial LOM. Segunda edición. Santiago. 2008. Pág. 193
[5] ibidem. Historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales. Pág. 27
[6] Nos referimos al titulo “Historia de la ciencia y sus reconstrucciones racionales”.
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